
La doctrina cátara fue un movimiento religioso y espiritual que surgió principalmente en el sur de Francia y se extendió por Europa durante los siglos XI – XIV, afectando a todas las capas sociales de la época.
La Iglesia Católica, pronto la declaró secta y la condenó como herejía, ya que los Cátaros pretendieron recuperar y mantener la pureza del entusiasmo primitivo, frente al poder eclesiástico dogmático y a los excesos de determinados estamentos que no practicaban lo que predicaba. Sus libros Santos eran el “Nuevo Testamento” y los Evangelios, no aceptando ni la autoridad papal, ni al clero. Concretamente los Cátaros deseaban regresar a los principios evangélicos de pureza espiritual y por ello fue y movimiento religioso minoritarios que celebraba sus ritos en las casas, carecían de iglesias y sus jerarquías eran itinerantes. Tenían votos de pobreza, renunciaban a todo signo externo de riqueza y contribuían con las aportaciones de sus actividades profesionales. Defendían la doctrina “Dualista” o de los dos reinos: El Espiritual, o de Dios, que es invisible y el Terrenal, o de Satanás, que es visible e incluye el infierno. Creían en la reencarnación y en el retorno a Dios de todas las almas.
Los Cátaros, recibirían otros nombres según el País: En Francia, “Publicanos”, en Italia, “Palatinos” y en Tracia “Búlgaros”, tal vez por su origen en los “Bogamillos”, qu era una secta búlgara que negaba determinados dogmas católicos y se extendió por Constantinopla y Rusia en los siglos X – XI.
El movimiento cátaro, que celebró sus primer concilio a principios del siglo XII, coincidió con el profundo proceso de transformación social y político que sufrió Europa con el desarrollo de las ciudades, con la incipiente burguesía y con las nuevas necesidades materiales y espirituales que ello trajo consigo . Fue como una reacción social contra el poder abusivo y amoral de determinadas jerarquías eclesiásticas.
La Iglesia Católica, que se sintió amenazada por los Cátaros, quiso contrarrestarlos, inicialmente con la creación de la “Orden de Predicadores” de los Dominicos, que predicaban una vida ejemplar y con votos de pobreza. Posteriormente, el Papa Inocencio III, ordenó una cruel cruzada contra los Cátaros, provocando su éxodo hacia Italia y la Península Ibérica, donde fuero apoyados por Pedro II, de Aragón, e incluso lucharon juntos en la batalla de Muret, de carácter político. Sin embargo continuó la terrible y sistemática persecución sangrienta de la “Inquisición” instituida por Gregorio IX, hasta su total exterminio y desaparición, victimas de la intolerancia y de los intereses políticos y territoriales.
A principios del siglo XIV, murió en la hoguera G. Belibeste, el último ministro cátaro conocido, erradicándose prácticamente em movimiento cátaro, a excepción de algunos grupos que se integraron en las repoblaciones de los territorios conquistados por Jaime I, en el Levantes Español.
En nuestra biblioteca puede encontrar entre otros, los siguientes libros relacionados con el tema expuesto:
CATAROS………………………………………….BLUM, J.
CATAROS Y ALBIGENSES………………………NIEL, F.
LOS CATAROS, del rigor y la pureza …………….FALIGOT, H.
EL SEÑOR DE LOS CATAROS ………………….ALDER, H.
EL LEGADO DE LOS CATAROS ……….……….BRUN, G.
LA GRAN HEREJIA ………………………………GUIRDHAM, A.
La Iglesia Católica, pronto la declaró secta y la condenó como herejía, ya que los Cátaros pretendieron recuperar y mantener la pureza del entusiasmo primitivo, frente al poder eclesiástico dogmático y a los excesos de determinados estamentos que no practicaban lo que predicaba. Sus libros Santos eran el “Nuevo Testamento” y los Evangelios, no aceptando ni la autoridad papal, ni al clero. Concretamente los Cátaros deseaban regresar a los principios evangélicos de pureza espiritual y por ello fue y movimiento religioso minoritarios que celebraba sus ritos en las casas, carecían de iglesias y sus jerarquías eran itinerantes. Tenían votos de pobreza, renunciaban a todo signo externo de riqueza y contribuían con las aportaciones de sus actividades profesionales. Defendían la doctrina “Dualista” o de los dos reinos: El Espiritual, o de Dios, que es invisible y el Terrenal, o de Satanás, que es visible e incluye el infierno. Creían en la reencarnación y en el retorno a Dios de todas las almas.
Los Cátaros, recibirían otros nombres según el País: En Francia, “Publicanos”, en Italia, “Palatinos” y en Tracia “Búlgaros”, tal vez por su origen en los “Bogamillos”, qu era una secta búlgara que negaba determinados dogmas católicos y se extendió por Constantinopla y Rusia en los siglos X – XI.
El movimiento cátaro, que celebró sus primer concilio a principios del siglo XII, coincidió con el profundo proceso de transformación social y político que sufrió Europa con el desarrollo de las ciudades, con la incipiente burguesía y con las nuevas necesidades materiales y espirituales que ello trajo consigo . Fue como una reacción social contra el poder abusivo y amoral de determinadas jerarquías eclesiásticas.
La Iglesia Católica, que se sintió amenazada por los Cátaros, quiso contrarrestarlos, inicialmente con la creación de la “Orden de Predicadores” de los Dominicos, que predicaban una vida ejemplar y con votos de pobreza. Posteriormente, el Papa Inocencio III, ordenó una cruel cruzada contra los Cátaros, provocando su éxodo hacia Italia y la Península Ibérica, donde fuero apoyados por Pedro II, de Aragón, e incluso lucharon juntos en la batalla de Muret, de carácter político. Sin embargo continuó la terrible y sistemática persecución sangrienta de la “Inquisición” instituida por Gregorio IX, hasta su total exterminio y desaparición, victimas de la intolerancia y de los intereses políticos y territoriales.
A principios del siglo XIV, murió en la hoguera G. Belibeste, el último ministro cátaro conocido, erradicándose prácticamente em movimiento cátaro, a excepción de algunos grupos que se integraron en las repoblaciones de los territorios conquistados por Jaime I, en el Levantes Español.
En nuestra biblioteca puede encontrar entre otros, los siguientes libros relacionados con el tema expuesto:
CATAROS………………………………………….BLUM, J.
CATAROS Y ALBIGENSES………………………NIEL, F.
LOS CATAROS, del rigor y la pureza …………….FALIGOT, H.
EL SEÑOR DE LOS CATAROS ………………….ALDER, H.
EL LEGADO DE LOS CATAROS ……….……….BRUN, G.
LA GRAN HEREJIA ………………………………GUIRDHAM, A.

