Thursday, March 13, 2008

LA SOCIOLOGIA COMO DISCIPLINA HUMANISTICA


La sociología se define como la ciencia que estudia los fenómenos socio-culturales que surgen de la interacción entre individuos y entre éstos y el medio en que se desenvuelven. Sin embargo el concepto que vulgarmente se tiene del sociólogo es un tanto ambiguo por la diversidad de sus matices. Citamos, por ejemplo:

- Profesionales de la labor social.
- Personas que trabajan con la gente, como “materia” de estudio.
- Elaboradores de “estadísticas” relacionadas con la conducta humana.
- Observadores destacados de la sociedad, etc.

Pero la imagen más moderna se ofrece cómo “estadístico” en el desarrollo de la metodología científica que después puede ser impuesta a los fenómenos humanos. Es decir, el concepto más reconocido del sociólogo es el que se refiere a una persona interesada intensa e incesantemente por las acciones de los hombres, tanto por las grandes interacciones humanas como por sus relaciones cotidianas y simples, siendo su ámbito natural cualquier lugar de reunión humana. Se interesa, pues, por el mundo de los hombres, de sus instituciones y de sus acontecimientos y creencias, sin considerar fronteras y con una total amplitud de miras.
Antes de entrar en la denominada perspectiva humanística de la sociología, tratemos previamente el concepto de considerarla cómo una “forma de conciencia” o de gran preocupación intelectual para ciertos individuos. Para ello hay que analizar el término “sociedad” por ser su objetivo principal y ser, además, impreciso. (Agrupación de personas; asociaciones profesionales, etc.).Sociológicamente este término denota un determinado complejo de relaciones humanas.
Por otra parte el término “social” también es ambiguo, pero sociológicamente se refiere a la calidad de la interacción y de la reciprocidad, ya que la “acción social” se define como aquella en las que las personas orientan recíprocamente sus acciones y están presentes en todas las actividades humanas.
El Hombre en la sociedad se siente dentro de ella, ubicado en sectores específicos del “sistema social” y ello determina y define casi todos sus actos, considerando muy poco sus propios deseos frente a las restricciones que las instituciones oficiales le imponen. La sociedad dispone de una notable variedad de instrumentos de control o coercitivos para mantenerle en los límites establecidos por dichas instituciones, con el fin de corregir conductas humanas no deseadas. Entre dichos instrumentos cabe citar:

-La violencia física, oficial o de grupo y amenazas
- Presión económica (Perdida de empleo o categoría laboral)
- Persuasión de grupo (Temor a murmuraciones o ridículo)
- Costumbres y moral tradicional. Circulo familiar
- Sistema social y político en el que está ubicado, etc.
En consecuencia, podemos indicar que la sociedad está compuesta por niveles o estratos relacionados entre sí, ocupando el individuo un determinado nivel que le afecta notablemente. Podemos citar como organismos reguladores de las acciones humanas que modelan su conducta:

- El “sistema de clases”, que está relacionado con criterios económicos (Educación, bienes materiales etc.)
- El “sistema racial”, determinado al nacer (Color de la piel)
-Las “instituciones sociales” (matrimonio, religión etc.)

La sociedad no solo controla nuestras acciones, sino que también influyen en la formación de la “identidad” del individuo, de su pensamiento y de sus emociones, es decir, las estructuras de la sociedad nos envuelven y penetran en nosotros mismos.

De todas formas, la imagen de la sociedad cómo dos entidades necesariamente enfrentadas no es correcta, ya que surge y hay que considerar una nueva perspectiva sociológica basada en tres campos de investigación que intentan explicar cómo la posición social afecta a la conducta del individuo. Son:

- La teoría del “papel” o función social que desempeña el individuo.
- La teoría del conocimiento.
- Teoría del grupo de referencia.

La primera expresa que el papel o función que desempeña el individuo lleva consigo, al mismo tiempo, ciertas acciones, así como las actitudes o emociones que corresponden a esas acciones. (Ejemplo, El profesor que interpreta el papel fingiendo sabiduría puede llegar a sentirse o considerarse sabio).

La segunda, la del conocimiento, intenta demostrar que tanto las “ideas” como los hombres están ubicados socialmente, de forma que es la propia sociedad la que nos proporciona nuestros “valores”, nuestra lógica e incluso la información necesaria para constituir nuestro pensamiento y pausas de conducta.

Por último, la tercera define cómo las opiniones, convicciones y métodos de acción de la colectividad afectan a la formación de nuestras propias opiniones. (Ejemplo Las opiniones de grupos políticos, religiosos, culturales, etc. Ejercen una gran influencia en el individuo).

Con los conceptos anteriormente expuestos y otros tendentes al mismo fin, podría configurarse un “modelo dramático” de la sociedad, en el que no se niega que los individuos estén sometidos a controles externos (oficiales) e internos (funciones que representan, etc.) pero afirmando que también los hombres tienen alternativas en sus actuaciones y en sus comportamientos que le proporcionan un “escape” al determinismo al que nos conduce el pensamiento sociológico.

Para introducirnos ahora en el aspecto humanístico conviene definir previamente el “Humanismo” como conjunto de tendencias intelectuales que tienen por objeto el desarrollo de las cualidades esenciales del Hombre. La sociología puede y debe considerarse cómo una disciplina o ciencia dentro del “saber”, por aportar razonables argumentos para explicar la existencia social del hombre, además de utilizar procedimientos en su investigación que sobrepasan a los estrictamente científicos y que son valores propios de ella. Entre estos valores inherentes a la propia actividad científica de la sociología cabe citar:

-Especial atención a cuestiones que otras disciplinas consideran carente de interés. En sociología todo lo que haga el hombre tiene interés es investigado.
-El sociólogo escucha a los individuos sin imponer sus propios criterios.
-Responsabilidad del sociólogo para evaluar los descubrimientos de su investigación, sin considerar sus prejuicios o aversiones.

No obstante los indicados, el valor principal, el que más acerca la sociología a una disciplina humanística es el que considera que la “materia” de las humanidades es la “condición humana” en sí misma y la sociología trata insistentemente en lo que significa ser un hombre, en cualquier circunstancia.

Al reconocer, por tanto, el campo de acción humanístico de la sociología, se evidencia su comunicación con otras disciplinas que también explican la condición humana, tales como la filosofía y la historia. No hay que olvidar que en su origen el concepto de Humanismo y el de liberación intelectual del Hombre han estado muy relacionados. (Renacimiento).

En conclusión a esta breve introducción del tema propuesto se puede afirmar que la situación del individuo en la sociedad no es totalmente dramática y dirigida, ya que los hombres tienen la posibilidad de observar y modificar los mecanismos que tienden a mover sus actuaciones y en esto radica precisamente el primer paso hacia la libertad intelectual, lo cual justificaría a la sociología como una disciplina humanística.

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